Ustedes esperan mucho, pero cosechan poco; lo que almacenan en su casa, yo lo disipo de un soplo.¿Por qué? ¡Porque mi casa está en ruinas, mientras ustedes sólo se ocupan de la suya!
Hageo 1:9
Hageo 1:9
Charles Spurgeon
Luego de efectuar una amplia observación, he descubierto que los cristianos más generosos que he conocido han sido siempre los mas felices e invariablemente, los mas prósperos. He visto cómo los que dan con generosidad aumentan sus riquezas a límites insospechados, asi como también he visto a los miserables avaros descender a la pobreza por causa de su misma tacañería, aunque pensaron que esta los haría prosperar. Igual que las personas confian sumas de dinero cada vez más grandes a los buenos administradores, así también sucede con el Señor. Él les da vagones de plata a los que dan, y aunque él no asegura grandes riquezas, hace que lo poco se multiplique.Incluso le da contentamiento al corazón santificado, que lo experimentará en la misma proporción en que se ha dedicado el diezmo al Señor.
El egoísmo primero mirará su propia casa, pero la piedad buscará ¨ primeramente el reino de Dios y su justicia¨(Mateo 6:33) A la larga, el egoísmo es para pérdida, mientras que la piedad es gran ganancia. Hace falta fe para actuar con desprendimiento ante nuestro Dios, pero sin dudas él nos recompensará con generosidad. Por más que demos seguirá siendo un pobre reconocimiento de nuestra asombrosa deuda por su bondad.